lunes, 10 de marzo de 2008

El Hombre de la Sonrisa Triste

Ahí estaba el sujeto con la mirada puesta en la nada, aunque parecía encorbado, su cuerpo estaba siempre firme, 90º en contraposición con el piso. Su boca mostraba una sonrisa, una sonrisa amarga, opacada por un delirio de sus ojos.

Una brisa suave que se filtra por la ventaba juega con unos cuantos cabellos que le caen por la frente. No parpadea, no se mueve.

Tiene motivos para sonreir, por eso sonrie, quiere creerlo. Pero sus ojos muestran lo contrario, es como si fueran rostros diferentes unidos en un mismo cuerpo.


Mecánicamente toma espuma y navaja y lentamente limpia su rostro de los días de descuido con su barba, pues es lunes. Primero la izquierda, luego la derecha... yo vi lo contrario.

El hombre de la sonrisa triste debe mostrar su mejor sonrisa.

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